Historia
La primera imagen que me aparece cuando pienso en mi secundaria en el Colegio Benavente es una secuencia de imágenes de muchos momentos: los pasillos llenos de ruido entre clases, las filas que hacíamos por las mañanas en el patio, los ensayos de los honores a la bandera y los amigos que pude conseguir.
Yo entré en primero un poco nerviosa y sin saber que me esperaba. Venía de una primaria un poco más pequeña y, por lo tanto, el cambio era notable. Me impresionaba todo: los salones más grandes, los profesores exigentes y ese aire tan lasallista, el aire donde los alumnos no solo hablaban de respeto y valores, sino que vivían los valores. Al principio me costó adaptarme un poco, pero con el tiempo me fui integrando y sintiendo parte de una gran familia.
Me tocó sufrir con matemáticas, ¡esa clase a primera hora era del terror! A la vez que también me tocó disfrutar con algunas materias que me encantaban, como formación humana o lasallista. Me aprendí un montón, no sólo de libros sino de saber cómo ser mejor persona. Recuerdo que no sólo sabían sólo enseñar, además también nos escuchaban, les preocupábamos.
Tomé parte en algunas actividades de fuera de clase, estuve en el grupo de la escolta y en una ocasión ayudé a organizar los convivios y hasta actividades para todos con el grupo de MOPREL. También me acuerdo perfectamente del día que ganamos un concurso debate en Inglés, un concurso que me hizo entender que estaba en una gran Familia. Aquel día sentí que realmente podía expresar con bastante gusto, sentí mi voz, que valía. Y también viví momentos difíciles, como un buen y raro adolescente. Pero siempre encontraba apoyo, de mis amigos o bien de algún maestro que sí se tomaba el tiempo de aconsejarnos. En Benavente descubrí que la secundaria no sólo es para aprender materias, también es para conocerse uno mismo. Yo, hoy, me siento agradecida, muchas veces cuando pienso en aquellos días, porque La Salle Benavente me lo ha dado todo, buenas bases, amistades que todavía conservo y un montón de recuerdos que aún los conservo.
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